El chileno (16º) se despidió frente al local, Corentin Moutet (79º), repitiendo lo ocurrido en el Chile Open, incluyendo las excentricidades.
«Qui ne saute pas n’est pas Moutet» (el que no salta no es Moutet), coreaba el público durante cada uno de los agotadores juegos de Nicolás Jarry (16º) ante el tenista local, Corentin Moutet (79º). Agotadores no solo por el esfuerzo físico del chileno, sino también por la concentración mental necesaria ante un jugador tan peculiar como el francés.
Cuando no estaba haciendo gestos teatrales, el francés realizaba un saque corto, algo que le funcionó en tres ocasiones durante todo el encuentro, desconcertando a Jarry.
Para ser justos, el tenista francés hizo lo que quiso con el número uno de Chile. El público aplaudía cada excentricidad y hasta los golpes defectuosos resultaban en puntos. A medida que avanzaba el duelo, era evidente que todo esto irritaba cada vez más al chileno.
De vez en cuando, Jarry reaccionaba con un tremendo remache para liberar toda la frustración acumulada. En otros momentos, especialmente cuando se acercaba a la red, el mejor tenista chileno fallaba de manera increíble.
El primer set fue un anticipo de lo que sería todo el partido. Podríamos ir más allá: el enfrentamiento entre Jarry y Moutet en el Chile Open fue una advertencia que Nico debió considerar antes de entrar al Court Simonne-Mathieu.
Parecía un encuentro de Copa Davis. Moutet tuvo el apoyo de todo el público presente y se llevó la primera manga fácilmente, por 6-2.
En el segundo set, las cosas solo empeoraron para el chileno. Los errores no forzados se acumulaban y Jarry parecía estar sobrepasado por la situación, provocada, principalmente, por el público francés. De hecho, después del partido, el propio Moutet agradeció el apoyo. «Fue un ambiente increíble», aseguró. 6-1 en este set.
Volviendo al partido. El tercer set fue un regreso del Nico que conocemos. El chileno tuvo varios tiros potentes que obligaban al francés a esforzarse, concluyendo con una volea potente. Así, el tercero fue para el chileno por 6-3.
Después de eso, vimos a un Nicolás Jarry no solo desaparecido, sino sin ganas. Múltiples errores y un evidente cansancio invadieron al chileno. El público, sin embargo, no se cansaba y seguía alentando con todo a Moutet, lo que terminó por desconcentrar completamente al nieto de Fillol, quien cedió este último set y cayó por 6-0.